martes, 23 de junio de 2015

La entrañable sorpresa de un hombre a su esposa en su 57 aniversario de boda

Foto: Redes sociales.
Estar juntos hasta que la muerte nos separe. Es lo que le prometemos a nuestra pareja cuando damos el sí quiero, pero como te contábamos hace poco en este post sobre la duración  del matrimonio en los diferentes países, eso es algo que se ve cada vez menos en el día a día. Por eso, cuando llegó a nuestros oídos la historia de Jim Rusell y de su esposa Ellinor, creíamos que sería genial dedicarles un post.
Tras 57 años casados, esta pareja de Georgia (Estados Unidos), no  solía celebrar su aniversario de un modo especial. Sin embargo, este año, el destino les tenía preparado algo diferente: Ellinor llevaba varios días ingresada en el hospital cuando se cumplía tan señalada fecha y Jim pensó que sería bonito poder celebrarlo de algún modo y romper así la monotonía de su estancia hospitalaria.
Ni corto ni perezoso, Jim decidió dar una sorpresa a su mujer: alquiló un esmoquin, compró un ramo de flores y se presentó así vestido en la habitación de Ellinor que, sorprendida, no pudo contener las lágrimas. “Cuando llevas unos días en la cama de un hospital, el aburrimiento es tu compañero inseparable. Ver a Jim así vestido y poder celebrar ese día de un modo especial hizo que me emocionase y que recordase los días en los que éramos jóvenes y salíamos a bailar”, recuerda Ellinor cuando se le pregunta por la sorpresa de su marido.
El resto de la mañana, la pareja se dedicó a ver sus programas de televisión favoritos y compartió una comida especial en la habitación del hospital, sin saber que las fotos que su nieta Reid hizo del momento  pronto se convertirían en todo un fenómeno en internet. “Pensé que en un momento como este en el que los matrimonios apenas duran, seríabonito compartir la experiencia de mis abuelos: dos personas que 57 años después siguen celebrando haberse encontrado”, explica Reid, que añade que “ se siente bendecida por tenerlos en su vida”.
Y es que la historia de Jim y Ellinor nos demuestra una vez más que los pequeños gestos son los que expresan el amor día a día y nos dan una nueva esperanza de que el amor  sí puede ser para siempre. ¿No es eso lo que todos hemos soñado alguna vez?
¿Qué te ha parecido esta historia? ¿Te gustaría recibir una sorpresa así en tu 57 aniversario de boda?

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