sábado, 31 de mayo de 2014

Rajoy comienza a captar el mensaje de las urnas: la reforma de la ley del aborto llegará al Congreso en julio


Según informa el diario La Razón, el Gobierno estudia cómo dar cabida al aborto eugenésico para contentar a los barones díscolos de su partido y el modo de incluir otras recomendaciones de los órganos consultivos.
REDACCIÓN HO.- El Gobierno parece haber captado el mensaje de las urnas y empieza a mover su agenda política, tras el varapalo sufrido en las elecciones europeas del pasado domingo, por su imperdonable aplazamiento de la que fue una de sus grandes promesas electorales: la reforma de la ley del aborto, en defensa de la protección debida al derecho a la vida y a la maternidad. Si en las últimas semanas la economía ha seguido copando el orden del día del Consejo de Ministros, ahora por fin dejará hueco para que entre ese compromiso fundamental. Según informa el diario La Razón,  en más o menos un mes el jefe del Ejecutivo remitirá al Congreso de los Diputados su proyecto para la nueva ley del aborto.
La polémica, bajo la agitación de la izquierda y la revuelta también de algunos en las propias filas del PP, ha acompañado a este proyecto legislativo desde el primer momento. Hasta el punto de que el PSOE lo convirtió en uno de los ejes de la campaña electoral de su candidata a las europeas, Elena Valenciano. El resultado ya es conocido: la radical y falaz campaña proaborto socialista le ha valido los peores resultados cosechados en Democracia.
La Razón cita «fuentes solventes» para informar de que el Gobierno prevé tener en su poder el preceptivo informe del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ya entrada la segunda quincena de junio. Y a partir de ahí, en dos semanas, más o menos, para finales de junio o ya principios de julio, será aprobado por el Consejo de Ministros y remitido, por tanto, al Congreso para que comience su tramitación parlamentaria, primero en ponencia y luego en comisión, antes de llegar al Pleno. Estas dos semanas añadidas de plazo las dedicará a estudiar las propuestas del CGPJ y de otros órganos consultivos y decidir qué cambios introduce en el texto.
Cabida al aborto eugenésico
Oficialmente, el mensaje es que se estudiarán detenidamente todas las recomendacionesrecibidas. Pero los comentarios off the record, terreno en el que se atreven a ir un poco más allá, trasladan la sensación de que el Gobierno está dispuesto a tomar muy en cuenta las enmiendas planteadas a los puntos más polémicos, como la malformación del feto, para corregirlos o modularlos «sin tocar la esencia del proyecto, pero de tal manera que el gesto en favor del consenso y el acuerdo sea claro y contundente».
Aclaran que no es que en Moncloa confíen en que si ceden haya margen para el acuerdo con la izquierda –«no dejarán la pancarta», sostienen–, si no, principalmente, para intentarrecuperar la unidad interna en la defensa de una reforma que fue uno de los estandartes de la política de oposición de Rajoy en la pasada legislatura.
El Informe del CGPJ
Las señales que ha salido desde el CGPJ han dejado ya en el Gobierno el mensaje de que la mayoría se inclina por corregir algunos de los puntos esenciales de la reforma, entre ellos el citado sobre la regulación que afecta a las malformaciones del feto.  Siendo efectivamente esencial este punto –desde Derecho a Vivir siempre lo hemos identificado como punto innegociable, una de las líneas rojas del proyecto-, difícil va a ser que, de darle cabida, el Gobierno trate de vendernos que el proyecto se mantiene “en lo esencial”, sobre todo tras haberse contemplado la eliminación de este discriminatoriosupuesto, o de que se da satisfactorio cumplimiento a su promesa electoral.
Según indica La Razón, el Gobierno estudiará el pronunciamiento del CGPJ y  hará «el máximo esfuerzo» para conciliar sus propuestas con el espíritu de la ley y su iniciativa política. De momento, la parte que se ha conocido sobre uno de los informes que servirán de base para el pronunciamiento del máximo órgano del Poder Judicial incluye la recomendación de que se incorpore como supuesto legal de aborto la anomalía fetal incompatible con la vida. Esto, de ser aceptado, supondría incluir expresamente ese supuesto a los dos ya reconocidos en el anteproyecto, la violación y el grave peligro para la vida o la salud física o psíquica de la madre. Y seguiría permitiendo, como reconoce el proyecto del Gobierno, que, en el caso de malformaciones graves que no llegan a ser incompatibles con la vida, tenga que acreditarse que proseguir con el embarazo es un grave peligro para la salud psíquica de la mujer. El Ejecutivo no descarta hacer cambios en esta dirección.
Este primer informe del CGPJ elaborado por Carmen Llombart, vocal conservadora elegida a propuesta del PP, enmendaba también la propuesta de que los dos médicos que deben acreditar el supuesto legal de aborto trabajen en un hospital o clínica distintos a aquel en el que se va a perpetrar. E incluía una condición para avalar la extensión del derecho a la objeción de conciencia a todos los profesionales sanitarios que se ven implicados en un aborto: la de que se garantice que en todos los centros, públicos y privados, autorizados para cometer abortos haya el personal cualificado para llevarlos a efecto. El Gobierno se inclina por tomar también en cuenta estas consideraciones.
Consultas
Tras la aprobación del anteproyecto, Justicia lo remitió a una treintena de organismos consultivos y entidades médicas para que le presentasen sus correspondientes alegaciones. Entre ellos, el CGPJ, el Consejo Fiscal, el Consejo de Estado y colectivos feministas y antiabortistas. El Gobierno está también a la espera de recibir en las próximas semanas los citados informes del Consejo de Estado y del Consejo Fiscal.
Asimismo, tras la aprobación del anteproyecto por el Consejo de Ministros a finales de diciembre, el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, ofreció a los barones del PP analizar de forma conjunta el contenido del texto. Respondía así a los desmarques de algunos dirigentes territoriales.

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