miércoles, 16 de octubre de 2013

Scotland Yard cerca al secuestrador de Madeleine

Un hombre con una niña en brazos fue el primer sospechoso, que más tarde se descartó
Casi siete años después de la desaparición de Madeleine McCann, Scotland Yard podría estar más cerca que nunca de resolver el caso. Más de 1.000 personas se pusieron en contacto ayer con la Policía Metropolitana después de que la BBC emitiera un programa dedicado a la pequeña que, de seguir hoy con vida, tendría 10 años. El espacio, «Crimewatch», fue anunciado a bombo y platillo durante días, pero, tal y como reconoció el inspector jefe Andy Redwood, jamás pensaron que la respuesta ciudadana podría ser «tan abrumadora». «Estamos muy satisfechos con la respuesta », dijo Redwood. «Madeleine es el centro de todo lo que hacemos y voy a seguir informando a la familia McCann a medida que se reciba información», puntualizó el detective.
El protagonismo durante toda la noche del lunes fue para dos retratos robot de un hombre blanco de entre 20 y 40 años que se ha convertido en el principal sospecho del caso más mediático de todos los tiempos en Reino Unido y en todo el mundo. Durante estos últimos años, siempre se había apuntado como autor del secuestro a un hombre al que se vio sobre las 21:15 horas de aquel fatídico 3 de mayo de 2007, pero Redwood señaló, durante el programa de televisión, que el individuo era un padre con su hija, por lo que la línea de la investigación ha cambiado radicalmente. La persona que está ahora en el punto de mira fue vista sobre las 22:00 con una menor en brazos muy parecida a Madeleine. Es decir, la niña pudo haber desaparecido tan sólo minutos antes de que su madre, Kate McCann, fuera a cerciorarse de que sus pequeños estaban bien mientras cenaban con su marido y un grupo de amigos en el bar Tapas del complejo turístico Ocean Club donde se encontraban, en el Algarve portugués, situado a tan sólo 50 metros de la habitación donde estaba Maddie.
Como a este individuo le escucharon hablando alemán, el programa de la BBC también se emitió el lunes por la noche en Alemania y Holanda, países a los que ayer se desplazó el inspector jefe de Scotland Yard para entrevistarse con potenciales testigos. Se ha ofrecido una recompensa de más de 23.600 euros para cualquier persona que aporte datos reveladores sobre esta pesquisa. Es más, ya hay varias que han coincidido en el nombre del principal sospechoso. La Policía británica tampoco descarta que el secuestro esté relacionado con una serie de robos efectuados en el Algarve, cuyos autores jamás fueron detenidos o, incluso, con unas personas que en la tarde de la desaparición estuvieron merodeando por la zona recaudando fondos para supuestas obras de beneficencia. En total, fueron seis los retratos robot que se dieron a conocer de los 41 sospechosos, entre ellos 15 británicos, con los que trabajan los detectives. La lista fue elaborada tras haber entrevistado a más de 400 personas y acceder a todas las llamadas telefónicas realizadas entre el 28 de abril y el 3 de mayo de 2007 por las personas que se encontraban en Ocean Club, algo que tampoco se había realizado hasta ahora. Tras estudiar más de 39.000 documentos relacionados con el caso, los agentes no descartan que la pequeña siga con vida.
La Policía portuguesa cerró el caso en 2008 sin llegar a ninguna conclusión. Todos los sospechosos, incluidos los padres de la pequeña, quedaron en libertad sin cargos. Pero, tras las súplicas de los McCann al primer ministro británico, David Cameron, Scotland Yard reabrió el caso el pasado mes de junio. Los padres de la pequeña aseguran que están más esperanzados que nunca. Según las estadísticas, cuanto más pequeño es el menor que desaparece, más probabilidades hay que encontrarle pasados los años.
La teoría del maltrato, a juicio
En Portugal, los ex compañeros de Gonzalo Amaral, el detective que estuvo al frente de la investigación lusa y que luego fue destituido, han acudido como testigos al juicio que se celebra para saber si éste es culpable de dilación tras publicar su libro. En «La verdad de la mentira» acusa a los McCann de ser los culpables de deshacerse del cuerpo de la niña tras sufrir un accidente. Por su parte, Luis Neves, responsable de la unidad de crimen organizado y secuestros de la Policía lusa, va más lejos y asegura que fueron sus colegas británicos quienes primero desarrollaron la teoría, por lo que ahora no entiende por qué reabren el caso y hablan de secuestro. Según el «Daily Mail», su versión coincide con la correspondencia diplomática enviada por el embajador de Estados Unidos en Portugal, Al Hoffman.

Colgar en internet imágenes de la prole no es ilegal, pero puede tener graves consecuencias

Motivos por los que no debes colgar fotos de tus hijos por las redes sociales
Desde la ecografía del tercer trimestre, hasta el primer baño en la playa. Muchos padres no dudan hoy en colgar fotos de la vida diaria de sus hijos en las redes sociales. Pero... ¿sabemos dónde está la línea roja a la hora de compartir nuestro álbum familiar? Es verdad que no es ilegal enviar imágenes de menores a través de las redes sociales siempre y cuando, recalca Javier Urra, ex Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, «no se dañen la intimidad, la dignidad y el honor del menor». Es decir, que en principio no debería tener consecuencias negativas.
El problema radica, continúa, «en que la sociedad se ha creado una necesidad urgente de exponer todo lo que hace y las situaciones familiares que se comparten son íntimas y no deberían exponerse» (Según un estudio de Samsung, en España se suben 5,7 millones de imágenes al día). «En internet todo se banaliza y las imágenes se generan para todos y para siempre. Yo, que soy padre —puntualiza este psicólogo—, no mandaría nunca las fotos de mis hijos por las redes sociales, por las consecuencias que puede tener».
Esa actitud un tanto exhibicionista es lo que Nora Rodríguez, autora de«Educar niños y adolescentes en la era digit@l» (Paidós), llama«narcisismo autista». «Tú subes doscientas fotos de tu retoño, y esperas que los demás te escriban de forma inmediata algún comentario. Y ojo como no te escriban...». En este sentido, Ramón Arno, de La Familia Digital, apela a la responsabilidad de los progenitores como titulares de la patria potestad de los niños. «Hay quien dice que el primer riesgo de los hijos en la red somos los propios padres. Es nuestra responsabilidad entrenarles e intentar que entiendan los riesgos de internet — como es el ciberacoso, etc.— a los que se pueden enfrentar cuando crezcan. ¿Cómo? ¡Predicando con el ejemplo!». «Partiendo de la base de que los padres son los responsables de la buena utilización de los datos personales de sus hijos, deben imponerles límites, pero también enseñarles a que ellos mismos sean capaces de limitar la difusión de su información personal», indica Ofelia Tejerina, abogada de la Asociación de Internautas y especializada en el tema del Derecho al Olvido.
Para Tejerina, lo que ocurre en los hogares españoles cuando los padres comparten fotos de sus hijos en internet es que «normalizan» esta conducta, que los niños interiorizan sin más. «Después no podemos pedirles a ellos que no envíen fotos por whatsapp a los 14 años, cuando ya son los responsables de sus datos, si eso es lo que han visto hacer en casa con toda naturalidad desde que eran pequeños». Para esto es necesario, afirma Juanma Romero, fundador de Adicciones Digitales, luchar contra el gran desconocimiento de los padres. Él mismo se lleva las manos a la cabeza cuando acude a impartir charlas en colegios donde habla de los peligros y consecuencias de la transmisión de las fotografías de niños. «Los padres tienen que ser muy prudentes. Deben utilizar el sentido común y ponerse en el lugar de un depredador sexual», advierte.

El número «Dunbar»

La mayor parte de los padres desconocen una práctica denominada «morphing». Se trata de individuos que copian una fotografía normal en internet, y mediante un programa de tratamiento de imágenes realizan un montaje con otra fotografía pornográfica. De esta práctica resulta una nueva fotografía en la que aparece un adulto o un niño protagonizando una imagen de alto contenido sexual. «¿Se imaginan las consecuencias que tendría que un compañero de clase descubriera esas fotos y las diera a conocer en el colegio?», cuestiona Romero. Para evitarlo, recomienda a los padres que, en el caso de enviar fotografías, nunca lo hagan con planos cortos, «más fáciles de manipular e identificar».
Pero, sin llegar a ser tan alarmistas, hay niños a los que simplemente no les gusta que otras personas les vean en un vídeo mientras hacían un divertido baile a sus padres en la intimidad del salón de su casa. «Hay que ponerse en el lugar del hijo y respetar que a ellos les puede producir vergüenza», añade el fundador de Adicciones Digitales.
Si finalmente alguien decide compartir las fotos de sus propios hijos, debe saber que es mejor que lo haga mediante el envío de un correo electrónico o utilizando un sistema similar, aconseja Guillermo Cánovas, presidente de Centro de Seguridad en Internet Protégeles y autor del blogwww.ninosyadolescenteseninternet.com. «Si las publica, aunque sea en un perfil privado de su red social, las está compartiendo con compañeros del trabajo, excompañeros del colegio u otras personas a las que tenga agregadas. Si además dispone de una red social amplia en internet, y tiene agregados a cien, doscientos o más individuos, debe tratar la información que vuelque como si fuera a hacerse pública en cualquier momento. Estudios desarrollados en la Universidad de Oxfordpor el antropólogo Robin Dunbar y su equipo ponen de manifiesto que muy difícilmente podemos manejar grupos de 150 individuos y prever cómo actuará cada una de esas personas ante la información y/o imágenes que volquemos», apunta.

Indexadas en Google

Además, en función de la red social que utilice, es posible que esté compartiendo con esta plataforma la propiedad de las fotografías que comparte, o esté autorizando a que sean utilizadas sin su conocimiento.«¿O acaso alguien lee las condiciones de uso de la red social a la que sube sus fotografías?», cuestiona Cánovas. Este experto también advierte que muchas redes sociales indexan sus contenidos en los grandes buscadores como Google. «Esto permite que cualquier persona, tecleando su nombre y apellidos en el buscador, pueda llegar hasta fotografías que el usuario volcó en la red social, pero no fuera de ella. Compartir imágenes no siempre es una buena idea», concluye el presidente de Protégeles.

El problema se agrava con las separaciones y divorcios de la pareja

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¿Es esta la peor conductora del mundo?


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Lleva sólo tres días en Internet y ya ha logrado mas de 1,7 millones de visitas. No es el tráiler de una película, ni el videoclip de una estrella de la música. Es la odisea de una conductora para sacar su coche de un aparcamiento.
A primera vista parece fácil, aunque no tanto para ella, que recorre el parking en busca de una salida ante la mirada incrédula de otros conductores. La mujer, que ya ha sido bautizada en las redes como 'la peor conductora del mundo' tarda mas de 4 minutos en conseguir su objetivo.
Las imágenes, de las que apenas hay datos, se han convertido en un éxito viral.