sábado, 4 de mayo de 2013

LA MAESTRA Y YO


MIGUEL ÁNGEL

 “El Genio del Escultor”
MÁRMOL
Sueño de escultor, fría roca que yace tranquila en la montaña, soñando que unas manos privilegiadas den forma a su vulgaridad y rebusquen en su centro hasta encontrar el alma, el alma del escultor.
El alma del mármol
Michelangelo di Lodovico Buonarroti Simoni
(1475 - 1564)
La Piedad fue esculpida entre el año 1498 y 1499, cuando Miguel Ángel tenía veinticuatro años y sus dimensiones son de 174 por 194 cm. Miguel Ángel se encargaba personalmente de escoger los bloques de mármol más apropiados en las canteras de los Alpes Apuanos en la Toscana.
Su perfecta ejecución le supuso estar en tela de juicio, dudándose de su autoría, por lo que Miguel Ángel, en un arranque de furia, grabó su nombre en la escultura, pudiendo leerse en la cinta que cruza el pecho de la Virgen las siguientes palabras:
“Miguel Angel Buonarroti, florentino, lo hizo“
 El David lo esculpe Miguel Ángel entre 1501 y 1504 por encargo de la
Cooperativa de Mercaderes de la lana de Florencia.
Para su realización emplea un bloque de mármol muy estrecho y alargado que llevaba años abandonado en el patio de obras de la Catedral de Florencia.
La escultura es de mármol de Carrara y mide 409 cm de altura. Su rostro
tiene una expresión desafiante y su mirada está expectante a la espera de
Goliat.
Su perfección hace que sea considerada un patrón estético de anatomía y un canon de belleza.
 El Moisés lo realiza Miguel Ángel entre 1513 y 1515. Concebido en su inicio para la tumba del Papa Julio II en la Basílica de San Pedro, formaba parte de un gran proyecto escultórico que nunca se finalizó, posiblemente por falta de presupuesto, ubicándose finalmente en la iglesia menor de San Pietro in Vincoli, en Roma.
El Moisés es representado con cuernos, que posiblemente equivalgan a rayos de luz, como se describe en el Éxodo.
Para Miguel Ángel era su escultura más realista y cuenta la leyenda que, al terminarla, el escultor pensó que la única cosa que le faltaba por extraer del mármol era la propia vida, por lo que golpeó la rodilla derecha de la estatua y le dijo: “ ¿Por qué no me hablas? “.
En dicha rodilla se puede apreciar una marca, que pudo ser hecha por el artista.
Sólo  un ser privilegiado, tocado por la mano de Dios, es capaz de dar forma
a estas rocas, esculpiéndolas hasta alcanzar la perfección e incluso impregnarlas de un cierto halo de vida. Ese ser era Miguel Ángel. (M.R.G)
                                                  FIN