sábado, 30 de noviembre de 2013

Gómez no pierde un euro por renunciar como senador gracias a un truco

Para algunos la objeción de conciencia de Tomás Gómez al renunciar a su acta de senador le honra. Para otros no es más que una pataleta, una forma de buscar titulares y de paso meter el dedo en el ojo de Alfredo Pérez Rubalcaba, con quien siempre anda a la gresca.

La cuestión es que el gesto del líder del PSM al abandonar el Senado en protesta del nombramiento como vocal del CGPJ del presidente de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid no ha dejado a nadie indiferente. Pero tiene truco: la cuenta corriente de Gómez no lo notará en absoluto. 

Podría parecer que, con su marcha, el secretario general del socialismo madrileño prescinde de uno de sus sueldos. "La coherencia tiene un precio muy alto", señaló el miércoles. Nada más lejos de la realidad: Gómez no perderá dinero como senador porque no recibía un euro de la Cámara Alta.
 
¿Trabajaba, pues, de forma altruista? Tampoco. Cuando la Asamblea de Madrid le eligió senador en representación autonómica, Tomás Gómez se vio en la tesitura de escoger obligatoriamente con cuál de los dos sueldos se quedaba, con el de diputado regional o con el de senador. Porque ambos eran incompatibles. Y el líder delPSM eligió el primero, puesto que era más cuantioso. 

Así quedó de manifiesto en un escrito que presentó a la Mesa del Senado el 9 de diciembre de 2011 y que dice textualmente: "D. Tomás Gómez Franco, mediante el presente escrito, comunica su renuncia a la asignación constitucional de senador optando a mantener el régimen de dedicación exclusiva de la Asamblea de Madrid, de conformidad con lo previsto en el art. 155.4.b de la LOREG, que establece que "sólo podrán percibir la remuneración que les corresponda como senadores, salvo que opten expresamente por la que hubieran de percibir, en su caso, como parlamentarios autonómicos. Para que así conste y surta los efectos oportunos desde el 20 de noviembre de 2011".
 
Se ve que Gómez, que es economista, hizo sus cálculos. En la Asamblea de Madrid cobra 14 pagas de 5,329 euros brutos cada una. De ellos, 3.503,46 euros como cualquier diputado (de los que un 20% no tributa porque se consideran gastos de viaje) y otros 1.825,83 euros por ser el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista. 

Por contra, en el Senado habría cobrado los 2.813,91 euros comunes a todos los senadores, más otros 1.431,32 euros como presidente de una comisión, en concreto la de Vivienda. En total, 14 pagas de 4.245,23 euros brutos, a los que habría que añadir 12 pagas de 869,09 euros libres de impuestos en concepto de indemnización mensual como senador por la circunscripción de Madrid.

Al margen de lo que gana como diputado de la Asamblea de Madrid, completa sus ingresos con lo que recibe del PSM por ser su secretario general, que atendiendo a la última declaración de bienes que presentó en el Senado (correspondiente al año 2010) anda en más de 51.200 euros limpios al año. Y otros más de 7.200 euros anuales como profesor asociado de la Universidad Carlos III 7.229,67 euros.

Aunque en términos económicos a Tomás Gómez no le suponga nada renunciar a su escaño en el Senado, en términos políticos sí, y mucho. Con ello el PSM en general, y él en particular, pierden un altavoz nacional muy importante. Como si el socialismo madrileño estuviera sobrado de atenciones mediáticas. De ahí el enfado de Ferraz y también de parte del PSM


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