sábado, 15 de junio de 2013

LOS DIEZ MANDAMIENTOS PARA SABER ENVEJECER

1.- Cuidarás tu presentación día con día.
Arréglate
como si fueras a una fiesta. ¡Qué más fiesta que
la
vida! El baño diario, el peinado, la ropa, todo
atractivo, oliendo a limpio, a buen gusto. El
buen
gusto es gratuito, no cuesta nada. Que al verte
se
alegren tu espejo y los ojos de los demás.

2. - No te encerrarás en tu casa ni
en tu habitación.
Nada de jugar al enclaustrado o al
preso voluntario.
Saldrás a la calle y al campo de
paseo. 'El agua
estancada se pudre y la máquina
inmóvil se
enmohece'.

3. - Amarás el ejercicio físico como a ti mismo.
Un
rato de gimnasia, una caminata razonable
dentro o
fuera de casa, por lo menos abrir la puerta,
regar las
rosas, contestar el teléfono, baila aunque estés
solo(a), haz cualquier movimiento que te
despegue de
la cama y del sillón. 'Contra inercia, diligencia'.

4. - Evitarás actitudes y gestos de viejo
derrumbado,
la cabeza gacha, la espalda encorvada, los pies
arrastrándose. ¡No! Que la gente diga un
piropo cuando
pasas: '¡Qué rectecito el señor!, ¡qué guapa la
señora!' Recuerda: las canas... ¡se tiñen! y las
arrugas... ¡se disimulan con una amplia
sonrisa! pero
el arrastrar de pies.... ¡eso sí es signo de vejez!

5. - No hablarás de tu edad ni te quejarás de
tus
achaques, reales o imaginarios. .. Acabarás por
creerte
más viejo y más enfermo de lo
que en realidad estás y te harán el vacío. A la
gente
no le gusta oír historias de hospital. Cuándo te
pregunten ¿Cómo estás?, contestarás que:
¡Muy bien!
¡divinamente!

6. - Cultivarás el optimismo sobre todas las cosas. Al
mal tiempo, buena cara. Sé positivo en los juicios,
de
buen humor en las palabras, alegre de rostro,
amable
en los ademanes. No seas un viejo (a)
amargado. Se tiene la edad que se ejerce. La vejez
no
es cuestión de años sino un estado de ánimo. 'El
corazón no envejece' (el cuero es el que se arruga).

7. - Tratarás de ser útil a ti mismo y a los demás.
No eres un parásito ni una rama desgajada del
árbol de
la vida. Bástate a ti mismo hasta donde sea
posible. Y
ayuda, ayuda con una sonrisa, un consejo, un
servicio.
Al abrirte a los demás, dejarás de estar pensando
en
un 'yo' angustiado y solitario. 'Solo cuando se
abre
la nuez, aparece la almendra'.

8. - Trabajarás con tus manos y con tu
mente. El
trabajo es la terapia infalible. Cualquier
actitud
laboral, intelectual, artística. Haz algo, lo
que sea
y lo que puedas. Una ocupación artesanal,
un rato de
lectura, un trozo amable de TV, la música
. La
bendición del trabajo es medicina
para todos los males
y si ya estás jubilado, ocúpate en
actividades de
servicio, los hospitales, asilos,
iglesias, etc.
siempre necesitan manos que
ayuden.

9. - Mantendrás vivas y cordiales las
relaciones
humanas. Desde luego, las que se
anudan en el hogar,
integrándote a todos los miembros de
tu familia. Ahí
tienes la oportunidad de convivir con
niños, jóvenes
y adultos, el perfecto muestrario de la
vida.
Convive,
pero sin inmiscuirte en los
problemas de los demás, a
menos que expresamente te pidan
un consejo, recuerda:
'Ver, oír y callar.'

10. - No pensarás que 'todo el tiempo pasado
fue
mejor'. Deja de estar condenando tu mundo
y
maldiciendo tu momento. No digas a cada
palabra: 'las
cosas andan mal, allá en mi tiempo...',
'recuerdo que
antes...' No vivas de recuerdos, mira hacia el
futuro
con alegría.
Ponte nuevas metas, haz
planes,sueña. ..!
Positivo (a) siempre, negativo (a)
jamás. Toda persona
debiera ser como la Luna:
destinada a dar luz... y como
el Sol siempre dando calor..
.
Tomado de: Naufragos al amanecer

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