jueves, 9 de mayo de 2013

El ‘cansinismo’ de #tocandoabankia se extiende por las sucursales de Madrid




"Me dijiste que me querías y ahora me dejas por ese señor con bigote", afirma Jorge.  "No se te puede querer. Estás celoso”, responde Julio. La escena “amorosa” se desarrolla en el hall de entrada de una de las sucursales de Bankia en Madrid, la gente se arremolina alrededor. Mientras, los trabajadores del banco mantienen las puertas cerradas.  “Duele lo que haces pero lo que más duele es que te echen de tu casa”, grita Jorge entre aplausos del público improvisado.

La acción es sólo un ejemplo de las desarrolladas este jueves y bautizada como “toque a Bankia” con el objetivo de “paralizar la actividad de las sucursales bancarias”. Músicos, parejas despechadas, jóvenes que se dedicaban a preguntar una y otra vez por planes de pensiones, hipotecas, fondos de inversión...

 "Hemos elegido el jueves porque de 8 a 10 es el momento en el que se pueden pagar los recibos. La consigna para hoy es ser muy cansinos, es una acción pacífica pero hay que ser pesados”, afirma Luisa, una de las personas que hoy a las 8 de la mañana, junto a una docena de personas, ha acudido a la Glorieta Valle de Oro de Madrid para participar en la actividad.

Los precursores de la iniciativa han sido 'Interviene Gila', "serían como el Anonymous del 15M", comenta Luisa. "Se les ocurren cosas con mucha gracia. Han creado hasta una aplicación para llamar a las sucursales bancarias y colapsarlas por teléfono", comenta entre risas.

“Yo invertí 60.000 euros en las preferentes”, lamenta un pensionista, integrante de la Asamblea de Carabanchel que hoy ha querido participar en la acción. “Me dijeron que era un producto muy bueno, el otro día hablé con el director del banco y me dijo que fuera a arbitraje. Estoy esperando a que me den más información para ir al abogado”.

A su lado se encuentra Alejandro, un joven que junto a su madre avaló a un amigo y ahora debe 135.000 euros. “Le han desahuciado y yo tengo una deuda de por vida que no pienso pagar”.

Yolanda sale de la sucursal, ha estado más de 45 minutos pidiendo información. “He improvisado, le he preguntado qué pasaría si mi padres y mi madre no tienen movilidad y quieren abrir una cuenta aquí", comenta alegremente. “Después he pasado a otro supuesto, qué pasaría si mi pareja y yo quisiéramos comprar una casa con ellos. Ante la pregunta qué me recomendaría si renta fija o variable, tre veces me ha contestado que no entendía mi pregunta y me he tenido que ir”.

Ante el goteo constante de personas con diferentes problemas, los trabajadores de la sucursal han decidido cerrarla y no permitir la entrada a los clientes. Luisa afirma triunfalista: “Hemos conseguido nuestro objetivo, hemos cerrado la sucursal, ahora vamos a otra”.

Los convocantes aseguran que han logrado cerrar 30 oficinas en Madrid: “Yo he estado por el centro y sucursal a la que íbamos sucursal que cerraba", asegura Aurora, una de las portavoces. "En Lavapiés ha habido hasta una guillotina gigante y en Asturias se han cerrado todas las sucursales”.

No obstante, desde Bankia apuntan a lainformacion.com que la acción "ha tenido una incidencia muy poco significativa". "Se ha dado un servicio normal en todas las oficinas, dicen que ha habido cierres pero en todo caso lo que ha habido han sido paradas momentáneas de la actividad"

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