jueves, 7 de marzo de 2013

PROVERBIOS


Si quieres comer pan, no permanezcas sentado sobre el horno.

 ¡Caer está permitido. Levantarse es obligatorio!.
 El corazón es un niño: espera lo que desea.
Añorar el pasado es correr tras el viento.
 Reza, pero no dejes de remar hacia la orilla.
El hombre que hace su fortuna en un año, debería ser ahorcado doce meses antes.
 Decir la verdad es como escribir bien, se aprende practicando.
 La arena del desierto es para el viajero fatigado, lo
mismo que la conversación incesante para el
amante del silencio.
 La mitad de la alegría reside en hablar de ella.
 La paciencia es un árbol de raíz amarga pero de frutos muy dulces.
 Es mejor viajar lleno de esperanza, que llegar.
El tiempo que pasa uno riendo, es tiempo que pasa con los dioses.
 Sólo en la actividad desearás vivir cien años.
Sólo cuando hayas dejado de amar y detestar, quizás puedas entenderlo todo claramente.
 Si no es correcto, no lo hagas. Si no es verdad, no lo digas.
 Un libro abierto es un cerebro que habla;
cerrado un amigo que espera; olvidado, un
alma que perdona; destruido, un corazón que
llora.
 Con mis maestros he aprendido mucho; con mis colegas, más;
con mis alumnos todavía más.
 No hay árbol que el viento no haya sacudido.
Aunque tu mujer haya cometido cien faltas, no la golpees ni con una flor.
 El corazón en paz, ve una fiesta en todas las aldeas.
Quien lleva toda su vida a su mujer sobre la espalda, cuando la deja en el suelo, ella dice: ¡Estoy fatigada!.
 Oculta el bien que haces, imita al Nilo que oculta su fuente.
La felicidad no consiste en todo tener, sino en saber sacar lo bueno que te da.
 Antes de poner en duda el buen juicio de tu mujer, fíjate con quien se
ha casado ella.
Cuando cierres la boca vencerás la cólera.
 Una mujer bella es el paraíso de los ojos, el infierno del alma y el purgatorio de la bolsa.
Nunca serás amado si sólo piensas en ti mismo.
 El amor hace pasar el tiempo; el tiempo hace pasar el amor.
Del escuchar procede la sabiduría, y del hablar el arrepentimiento.

El amor y la tos no pueden ocultarse.
No dejes que el ayer consuma demasiado tiempo del hoy.

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