lunes, 4 de febrero de 2013

Rajoy revela en Alemania su carta secreta para cumplir con el déficit



Aparentemente el cumplimiento o incumplimiento del objetivo de déficit al que se comprometió España con Bruselas es una cuestión sencilla de medir. Aparentemente, si las Administraciones Públicas españolas hubieran cerrado 2012 con un desequilibrio en sus cuentas equivalente al 6,3% del PIB acordado con Bruselas habría cumplido ese objetivo, y si, por el contrario, hubiera excedido esa frontera, como esperan todos los analistas que sitúan el déficit español del año pasado en el 7,3% del PIB, lo habría incumplido de forma manifiesta. Todo esto, aparentemente.
La realidad, sin embargo, es más compleja. El objetivo de déficit no es una realidad inmutable y tiene su lógica que no lo sea. No es lo mismo exigir una reducción del déficit determinada cuando se espera que la economía crezca, que exigirla cuando la economía no crece o cuando incluso está cayendo a plomo.
Por eso Bruselas introdujo el concepto de déficit estructural, un referente que, se supone, elimina los efectos del momento económico sobre determinadas áreas de las cuentas públicas.
Y es que éstas no sólo acumulan un déficit por una gestión alegre o poco rigurosa sino también por el impacto propio de las situaciones de debilidad económica, que se traduce en una menor recaudación por impuestos, más gasto en prestaciones por desempleo o un mayor endeudamiento al que habría en un contexto de normalidad.
España se comprometió allá por el mes de marzo a que en 2012 reduciría su déficit estructural en 3,5 puntos y el presidente del Gobierno,Mariano Rajoy, ha revelado hoy delante de la canciller alemanaAngela Merkel, que sí, que España ha conseguido reducir en 2012 su déficit estructural en 3,5 puntos, que ha cumplido a lo que se comprometió con Bruselas.
¿Será esto suficiente para convencer a las autoridades europeas? Pues todo apunta a que sí. El comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, señaló el pasado mes de noviembre que Bruselas se fijaría más en la reducción estructural de los desequilibrios presupuestarios de las Administraciones Públicas españolas que en la cifra concreta de déficit que resultara a final de ejercicio a la hora de evaluar el desempeño de la consolidación fiscal de España en 2012.
"Estamos evaluando si se han tomado medidas efectivas en términos de déficit estructural para reducir el déficit fiscal. No nos fijaremos únicamente en los objetivos nominales sino específicamente en los estructurales, tal como define la decisión del Procedimiento de Déficit Excesivo de julio para España", aseguró Rehn.
La aplicación de este criterio liberaría a España de la obligación de presentar un déficit del 6,3% en 2012, un objetivo que la crisis ha puesto prácticamente imposible de alcanzar.
Será la Comisión Europea, no obstante, la que evalúe, a la luz de los datos proporcionados por el Gobierno español, si España ha hecho o no lo suficiente para reducir su déficit en 2012.
Y las exigencias continuarán. Bruselas espera que España reduzca su déficit estructural en 2,5 puntos (unos 25.000 millones de euros) en 2013 y otros 1,9 puntos (cerca de 20.000 millones), en 2014. Es decir, quedarían 45.000 millones de euros por ajustar en el Presupuesto público. El tiempo de los ajustes está lejos de haber terminado.
la informacion.com

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