lunes, 30 de abril de 2012

Kitaro - Matsuri (喜多郎-祭り)

5 recortes que salvarían a España sin tocar a los más débiles


Querido Mariano Rajoy:

Supongo que no dará abasto con todo este marrón de ser presidente del Gobierno: que si hay que madrugar entre semana, que si Wert vuelve a meter la pata, que si hay que viajar a Bruselas cada dos por tres... ¡con el miedo que le da a usted volar! Vamos, normal que viva "en el lío". Como dentro de unas semanas cumplirá 57 primaveras, me he permitido ofrecerle, como regalo, un quinteto de medidas para reducir el déficit que tanto aprieta. Así podrá dedicarse con calma a organizar su fiesta de cumpleaños.
1º Fin del Concordato con el Vaticano. Todo el mundo tiene derecho a creer en zarzas ardiendo, magos con turbante o unicornios rosas invisibles, pero los vicios derivados, que se los paguen de sus bolsillos. El que quiera ir a hospitales religiosos o recibir clase (de Matemáticas o Religión) por parte de monjas tiene que financiárselo él. Y por supuesto, nada de exenciones de impuestos para quienes viven de un cuento milenario. El ahorro final estaría entre los 6.000 y los 10.000 millones de euros.
2º Erradicar el fraude fiscal. Según el profesor Vicenç Navarro, el fraude fiscal en España ronda los 90.000 millones de euros al año. Eso sí, querido presidente, no caiga en el error fácil de culpar al fontanero que no pasa factura o al paleta que cobra en negro. El 72% de este fraude proviene de las grandes fortunas, de las grandes empresas que facturan más de 150 millones de euros al año, y de la banca. Para perseguir este delito podrían sus señorías amenazar con esa cadena perpetua que han creado a quien defraude más de cierta cantidad. Pero también, gastar un poquito del ahorro previsto en incorporar más inspectores. Así, de paso, reducen el paro. Para no pasarnos de optimistas, imaginemos que al final recupera sólo la mitad. Ahí van otros 45.000 millones de euros.
3º Eliminación de las Diputaciones: Gobierno central, Comunidades Autónomas, Diputaciones, mancomunidades… Señor Rajoy, esto es un descoloque. O más bien, un coloque porque tengo la impresión de que estas arcaicas instituciones sirven en gran medida para repartir dádivas. Que se lo digan si no a la presidenta de la Diputación de León, de la que ya he perdido la cuenta de los cargos que tiene… ¿13? ¿14? ¿20? Muchas de las gestiones de estos entes pueden ser asumidas por las autonomías o mancomunidades de municipios. Teniendo en cuenta que las diputaciones cuestan al año 20.000 millones de euros, y que habrá que destinar algunos fondos a quienes asuman sus principales competencias, podría ahorrarse entre 5.000 y 10.000 millones de euros.
4º Regulación de la prostitución y las drogas blandas: Son muchos los que han calculado cuánto podría sacar el Estado de unas prácticas que, gusten más o menos, existen. Incluso tirando por lo bajo (un IVA del 7% para la prostitución e impuestos para marihuana y hachís similares a los del tabaco) la cifra no bajaría de los 15.000 millones de euros. Y todo esto sin tener  en cuenta cómo se descongestionaría el sistema penitenciario (más de la mitad de reclusos lo son por delitos derivados de las drogas) y el tiempo libre que tendrían policías y jueces para perseguir la corrupción fiscal de la que hablábamos antes.
5º Instauración de la III República: Sí, ya lo sé, presidente, le parecerá un capricho. ¡Pero déjeme soñar! Seamos serios: lo de que la Monarquía cuesta 8 milloncejos y que el Rey cobra sólo el doble que usted es un cuento muy bonito, pero ambos sabemos que no es así. A todo esto hay que sumar el mantenimiento de palacios, coches (¡300!), yates… el coste de los viajes, las galas, las audiencias, las bodas reales, personal de seguridad… Un jaleo, lo sé, presidente, pero tengo una buena noticia: hay gente que se ha tomado la molestia de sumar todas las partidas y aseguran que la cantidad anual que nos cuesta tener Rey asciende a 560 millones de euros.
Resumiendo. Haciendo unas simples medias para limar las horquillas a mí me sale que le acabo de ahorrar más de 76.000 millones de euros sin tocar el Estado del Bienestar. Eso dejaría nuestro déficit por debajo del 1%. No se olvide de que en Bruselas quieren que tengamos un 3% para el año 2013. ¡Imagínese lo que podría presumir (usted o su traductor) en las cumbres europeas!
Pero ahora viene lo mejor, el bonus track. Podría limitar el sueldo de los alcaldes para que no cobren más de 45.000 euros (que es la mitad de lo que cobra usted como presidente del Gobierno); meter la tijera a los coches oficiales (que en mantenimiento diario sólo en las autonomías se nos van más de 56 millones de euros al año); meter en cintura a los militares (que tienen una deuda de 26.000 millones en armamento) y eliminar el Senado (o le damos poderes reales o evitamos que siga costando 50 millones anuales).
Si hace todo esto, para su próximo cumpleaños seguro que hasta tiene superávit. Si es así, no quiero que me dé las gracias ni que me haga presidente de la Agencia EFE. Sólo le pido que no se gaste los beneficios en aeropuertos peatonales, carreras de Fórmula 1 o macrocasinos…
Marcos Paradinas es redactor jefe de ELPLURAL.COM

UNA VISITA AL KREMLIN


















































La verdadera imagen económica de España y Alemania, vista por una corresponsal

Los 100 días de Rajoy

En estos días tengo el corazón dividido. Vivo en un país que parece sufrir ataques desde distintos lugares del mundo y soy de un país acusado de ser dominante y abusivo por su poder económico, su hegemonía y su relación privilegiada con Francia.
En muchos periódicos, dentro y fuer de Europa, me recuerdan ahora la imagen del “feo alemán”, hablan de cámaras de gas y del Holocausto en relación con el “nuevo liderazgo” germano. A Angela Merkel la comparan con Hitler, y al mismo tiempo a los españoles les meten en el mismo saco que los griegos y les llaman a todos vagos, nuevos ricos y corruptos.
Se me parte el corazón porque entiendo a ambos países, sé que en todo hay algo de verdad. Pero tanto, España y Alemania tienen razones para sentirse ofendidos con la imagen reducida a esterotipos que se ofrece del otro.
Y en el fondo creo que todo responde únicamente a un problema de comunicación, sobre todo por parte de España, de diferencias culturales y, de diferentes percepciones sobre las mismas cosas.
Una imagen se crea a base de estereotipos que siempre tienen una base real, pero nunca reflejan toda la realidad. ¿Qué sabe Angela Merkel realmente de España cuando dice que la gente tiene que trabajar más horas y jubilarse más tarde en este país del sur? Nada, ni siquiera a lo mejor ha pasado vacaciones aquí.
Ella basa su opinión en estereotipos, como hacemos todos, lo que ha leído u oído, y lo que le parece lógico en un país turístico y un lugar de sol.
Pero en la crisis que vivimos ahora en Europa esos estereotipos son peligrosos, nos llevan a una actitud equivocada y rompen el “buen rollo” que siempre había entre “mis dos países”.
Cómo ven los alemanes a los españoles
La imagen de España en Alemania sigue siendo la de un país de vacaciones, de gente amable, de sol, playa y alegría. Todos son atributos positivos. ¿Por qué la imagen de España no es tan buena en asuntos económicos aunque tiene muchas empresas líderes a nivel mundial?
En realidad, los alemanes que vivimos aquí sabemos que los españoles trabajan muchas más horas que nuestros compatriotas, muchos de los cuales ya están con sus familias a las cinco de la tarde, incluso antes porque empiezan a trabajar a las 7 de la mañana. Sabemos que los alemanes podrían aprender de la flexibilidad y tranquilidad con la que se manejan proyectos con éxito a veces desde aquí.
Es cierto que en España si ponemos en relación hora trabajada/output, la productividad es mucho más baja, porque al contrario que en Alemania, la vida social forma parte del trabajo.
Se almuerza juntos a las doce del mediodía charlando sobre la familia o el partido de fútbol del día anterior, se hacen negocios en restaurantes durante largas comidas y también hay muchas cenas de trabajo. Cuando vienen alemanes aquí para hacer negocios les puede dar la sensación que aquí solamente se come y se bebe, pero no se trabaja.
Pero lo que tenemos que entender en Europa es que todos podemos aprender del otro, que es bonito ser diferente y cada país aporta algo a esa unión.
Hoy en día España tiene con TelefónicaIberdrola, Banco Santader y Inditex, para mencionar solamente algunas empresas que han superado a muchas alemanas del sector.
La infraestructura española, la red de trenes de alta velocidad, es una de las mejores del mundo y no hablemos del muy alto nivel de la medicina en España, primer país de trasplantes de órganos a nivel mundial.
Pero de alguna manera, a España le cuesta venderse a nivel económico, así que queda esta imagen de una nación de fiesta, sol y sangría, la imagen que ha vendido también la industria turística durante años y que se ha quedado en muchas cabezas alemanas.
Cifras económicas frente a estereotipos
Pero este país donde vivo es mucho más que sol y playa. Aunque no son únicamente los estereotipos los que forman una imagen, también lo son las cifras y estadísticas.
Una cifra que se usa mucho dentro de España para tener un argumento a favor de medidas duras y fuera para pedir más recortes a España es la del paro, que ahora según la estadística oficial llega a un 25% de la población activa.
Pero esa cifra tremenda que se maneja con tanta facilidad por todos los partidos y sindicatos no tiene en cuenta la economía sumergida en España, que ya llega a más de un 20% del PIB según algunos expertos.
El déficit por cuenta corriente no refleja la alta evasión fiscal en España, la circulación de dinero negro, la enorme cantidad de casas que se alquilan sin que haya un control fiscal. Todos son ingresos que no están reflejados, y muchos parados viven esa doble vida. 
Volviendo a las actuales problemas de percepción entre “mis” dos países, es sorprendente que a pesar de que muchas cifras en Alemania son peores que en España, por ejemplo la situación de los bancos, endeudadamiento estatal etc., y el crecimiento no es muy alto, mi país de origen consigue dominar todos los debates europeos en estos días porque siempre se lanza el mensaje de que Alemania busca ingenieros, que casi no hay paro.
La realidad es que Alemania intenta ahora implicar a cada parado en una medida de formación subvencionada o en un mini-job para tener las estadísticas limipias. Pero la probeza está creciendo en Alemania, donde hay mucho más conflictos sociales en las ciudades. Hay racismo violento y hasta en los estadios de fútbol los españoles son mucho menos agresivos.
Angela Merkel tiene un equipo de comunicadores brillantes que han creado este imagen fuera de una Alemania fuerte, económicamente sana y sólida. La verdad es que la mezcla cultural y étnica en muchas ciudades son un gran reto para la sociedad alemana, igual que los enormes gastos estatales por servicios sociales y subvenciones de todo tipo, que son más altos que en España.
La realidad es que la economía alemana creció apenas un 0,1% en el primer trimestre de 2012. Además, el país germano tiene un endeudamiento estatal que llega a un 81% de su PIB, mientras España todavía está por debajo de esa cifra.
A largo plazo, con todos los compromisos de prestaciones sociales, Alemania tendrá un problema mucho más grande de gestión de gastos que España, porque casi no tiene Estado de bienestar, ni hay fomento de la natalidad ni tantos cursos y clases de formación para la gente que se registra en paro.
Entonces el hecho de que ahora España esté en el punto de mira de todos tiene que ver también con su capacidad limitada de vender el cambio, de hacer ver la cosas buenas de su economía como han conseguido Italia y Portugal.
Es verdad que el endeudamiento de la cuenta corriente española crece más rápido que en Alemania debido a los reducidos ingresos en materia de impuestos por la crisis económica que sufre el país desde 2005 y con mayor fuerza desde 2009.
La imagen de Alemania
Pero no olvidamos que Alemania no podía cumplir el pacto de estabilidad con un límite del déficit corriente de un 3% del PIB hace apenas 10 años. Pero sigue esta imagen de que Alemania es más seria y estricta. Pesa el lema “made in Germany”. 
A mi me ha pasado que he tenido muchas ventajas por ser alemana en España, porque la gente creía que soy más seria y sincera. Pero siempre pienso: si los españoles supieran como se comportan los alemanes en Mallorca, como engañan algunos “empresarios” germanos en Marbella, a lo mejor cambiarían de opinión.
Pero, a pesar de esto, es cierto que desde que estoy en España me doy cuenta que este país tiene un problema de imagen que le impide ocupar el rango a nivel de política y economía mundial que le pertenece.
España nunca ha conseguido, y todas los esfuerzos hasta ahora han fracasado, crear y vender una imagen unificada y positiva a nivel económico, a pesar de que es el segundo inversor en America Latina y lidera muchos sectores en Europa como el textil, retail banking, telecomunicaciones o energías verdes.
El problema de imagen seguro que tiene que ver con la historia de una guerra civil y de un país poco unido, pero las empresas deberían estar encima de esos problemas y unirse ahora para levantar la imagen de España.
Seguro que España tiene muchos deberes por hacer a nivel de formación profesional, y a lo mejor en este sentido si puede aprender cosas de Alemania, pero por el resto creo que lo que sobre todo debe aprender el gobierno actual, y sobre todo el tejido empresarial, es que los productos se venden por imagen, todo en nuestro mundo tan globalizado y comunicado funciona por imagen.
Se me parte el corazón viendo luchar a la gente en un lado y en el otro como si fuéramos enemigos. La verdad es que los alemanes adoran España, os tienen envidia por cómo se sabe disfrutar la vida aquí, cómo se cuida a la familia, y por eso miles se han quedado a vivir aquí.
Todos aprendemos siempre (los alemanes de “la roja” cómo jugar fútbol alegre...). Podemos aprender de todos. No hay en Europa una nación lider y, por favor, qué no se germanice Europa.
Cuando hoy Wolfgang Schäuble, ministro de Finanzas de Alemania, se cite con el ministro de Economía, Luis de Guindos, para hablar sobre la UE y la crisis, sería muy bonito que los dos diesen una imagen de equipo.
Al final eso es Europa, o debería serlo, un buen equipo, y así dar una buen imagen de este maravilloso continente al resto del mundo. Nadie es quién para dar grandes lecciones, porque todos hemos cometido errores.
España ha dado mucho a los alemanes, y a revés. Nunca lo debemos olvidar.