domingo, 28 de octubre de 2012

Pena de cárcel por echar a una familia cuando era alcalde


«El alcalde con otros vecinos nos echaron. Yo trabajaba en Barcelona y al jubilarme decidí volver a mi pueblo, a Navalvillar de Ibor, con mi familia. Compramos una casa y nos tuvimos que marchar porque nos obligaron». Emiliano Baltasar, cuenta a HOY lo que le ocurrió desde la localidad de Rosalejo, en donde compró una casa en la que vivir después de tener que vender la de su pueblo.
Su historia está bien narrada en una sentencia del Juzgado de lo Penal de Plasencia, en donde la juez dice que Emiliano y su familia tuvieron que «abandonar su casa y huir», ante los continuos insultos y amenazas de vecinos del pueblo. «El coche me apareció con varias lunas rotas, me destrozaban el huerto, había pintadas contra mí y la gente se manifestaba enfrente de nuestra casa», recuerda la víctima.
¿Por qué sus convecinos estaban en su contra? Porque debido a las protestas de Emiliano se cerró la única discoteca del pueblo, y los jóvenes se tenían que ir a otros municipios a bailar.
Emiliano y su familia se fueron a vivir en el año 2005 a Navalvillar de Ibor, teniendo la mala suerte de comprar una casa en la calle Los Granados, encima de la discoteca 'Luz de Luna', en donde trabajaba una prima hermana del alcalde, el socialista Francisco Javier Morales Cortijo. La discoteca no tenía los permisos ni licencias necesarias, y tampoco estaba insonorizada.
No podían dormir de jueves a domingo. Protestó ante el alcalde, que para tener las fiestas de 'los quintos' sin problemas, alojó a la familia de Emiliano, del 16 al 19 de agosto del 2005, en un hostal de Castañar de Ibor. El Ayuntamiento pagó los 324 euros del alojamiento.
Comenzaron las amenazas y los daños a la propiedad del nuevo vecino, que se quejó al alcalde y a la Junta. La Junta llamó la atención al alcalde, que el 8 de febrero tuvo que cerrar la discoteca.
Entonces arreciaron los ataques contra Emiliano y las presiones para que se fuera del pueblo. El alcalde promovió una manifestación y sentada ante su casa el 18 de marzo de 2006. La Guardia Civil intentó impedirlo, pero el alcalde hizo caso omiso, organizó la protesta en la que se corearon frases en las que decía a la familia «¡Marchaos del pueblo!», «¡El pueblo no os quiere!», y a Emiliano «¡Vete ya a tu nación!». Al día siguiente hicieron otra protesta igual, pero la familia huyó atemorizada.
Se han sentado en el banquillo de acusados el que entonces era alcalde, un concejal y el juez de paz. Estos dos últimos han sido absueltos, pero Francisco Javier Morales, por un delito de coacciones, ha sido condenado a dos años de prisión y pagar al matrimonio una indemnización de 25.000 euros.

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