domingo, 5 de agosto de 2012

Otegi: «Claro...¡Podrán votar todos los txakurras y sus putas familias!»


El preso batasuno arremete contra la reforma que permitiría votar en el País Vasco y Navarra a los «exiliados»

Otegi: «Claro...¡Podrán votar todos los txakurras y sus putas familias!»
«Eso de que has estado aquí cinco años... Claro, ¡todos los txakurras (perros, en alusión a la Guardia Civil) pueden votar!». Así se expresaba recientemente desde la cárcel el exportavoz de Batasuna Arnaldo Otegi para denostar la reforma legal que permitiría votar en el País Vasco y Navarra a quienes tuvieron que abandonar su tierra por culpa de ETA. No estará en vigor para cuando se celebren las próximas elecciones vascas (antes de marzo de 2013), pero nacionalistas y soberanistas, muy nerviosos, están dispuestos a hacer del voto de los «exiliados» uno de sus grandes caballos de batalla de esta campaña y azuzar así a su electorado contra lo que ya han bautizado como «pucherazo españolista». A las beligerantes descalificacioneshacia la reforma de la Ley Electoral que impulsa el Ejecutivocentral pronunciadas recientemente por el presidente del PNV, Íñigo Urkullu, y los portavoces de la «izquierda abertzale», se une la voz de Arnaldo Otegi. Desde la cárcel, el dirigente de Batasuna llama a sus compañeros a constituir un «frente nacional» con el PSOE y el PNV para dejar solo al PP en su búsqueda del consenso político y establecer así un cortafuegos parlamentario que dificulte su tramitación en las Cortes.

«Que se queden solos»

En una reciente conversación en el penal de Logroño, donde cumple condena de seis años y medio por pertenencia a ETA después de haber intentado reflotar la ilegal Batasuna, Otegi expresa a sus allegados su preocupación por la reforma impulsada desde el Gobierno del PP para restituir el derecho a voto a quienes huyeron del País Vasco y Navarra a consecuencia de ETA y pide dejarla sin efecto por vía política y judicial.
La comunicación interceptada, a la que ha tenido acceso ABC, tuvo lugar a finales del pasado mes, justo cuando la comisión de expertos juristas encargada de estudiar la viabilidad jurídica de la reforma, hacía pública su propuesta final de reforma legal. «Pero si hacen eso, ¡que hay frente nacional!, no queda otra. Bloque nacional con el PSOE, con el PNV. Hacer la oferta a todo el mundo. Que se queden solos... A ver quién aguanta más», sostiene el ex dirigente de Batasuna
De sus palabras se desprende el creciente nerviosismo entre los soberanistas vascos por la incidencia que pueda tener la restitución del derecho a sufragio de los electores constitucionalistas que fueron «expulsados» del País Vasco por la violencia de ETA y su entorno. Algunos estudios han llegado a cifrar en hasta 200.000 personas las desterradas por esta «limpieza étnica e ideológica». Con crudeza absoluta, Otegi ataca las condiciones previstas por los expertos para hacer realidad la restitución del derecho a sufragio de los que abandonaron suelo vasco, en especial el requisito de haber estado empadronado al menos cinco años en la Comunidad Autónoma Vasca y Navarra.

Desprecio a mujeres e hijos

El ex dirigente de Batasuna centra su ira contra los agentes de las Fuerzas de Seguridad del Estado, en este caso de la Guardia Civil, a los que se refiere peyorativamente como «txakurras» (perros, en euskera) y «sus putas familias», que han sido el principal objetivo de las pistolas de ETA. «Eso de que has estado aquí 5 años... Claro, ¡todos los txakurras pueden votar! Claro ¿Qué va a venir, la Guardia Civil aquí?... y todas sus putas familias. Sí, claro, claro», afirma el principal referente de Batasuna en las cárceles. La patente del término «txakurra» pertenece a la ETA de los «años de plomo», para referirse a los policías y guardias civiles. Y está inspirado en el «perro judío» de los nazis. El dirigente abertzale va aún más lejos y arremete también contra las mujeres e hijos de los agentes.
Lo cierto es que Otegi, que goza de importante ascendencia y respeto en determinados sectores del PNV y del PSE -su presidente Jesús Eguiguren es un habitual entre sus visitas a la prisión de Logroño-, anima a la «izquierda abertzale» a hacer causa común con socialistas y peneuvistas y establecer un cordón sanitario al PP vasco. Un objetivo que, de momento, se está cumpliendo, ya que en los últimos diez días los de Antonio Basagoiti han trasladado sin demasiado éxito a Sabin Etxea su voluntad de consensuar la iniciativa legal en el Parlamento, donde también buscarán el apoyo de los socialistas. Aunque desde el Gobierno vasco y el PSE mantienen sus dudas acerca del encaje jurídico de la reforma, cada vez son más las voces que reconocen que el PSOE «no puede posicionarse en contra» de restituir el derecho a voto de las víctimas de la persecución terrorista.
Las afirmaciones desde la prisión de Logroño delatan al Otegi de siempre, lejos de esa otra versión que ha pretendido dar públicamente en los últimos años, por ejemplo, en sus comparecencias ante la Audiencia Nacional, donde incluso ha escenificado aparente sensibilidad hacia las víctimas del terrorismo. Y demuestran el nerviosismo que ha suscitado en el independentismo vasco la reforma de la Ley Electoral, que trata de acabar con una situación injusta, que ha perjudicado durante años a los partidos constitucionalistas, y ha beneficiado a los grupos independentistas.
Crecido por la reciente sentencia del Tribunal de Estrasburgo en contra de la aplicación de la «doctrina Parot» a la sanguinaria etarra del «comando Madrid» Inés del Río, Otegi también anima a los suyos a «denunciar» en el ámbito internacional el proyecto del Gobierno: ante «instancias europeas y Naciones Unidas». Una maniobra que ya está en los planes de la coalición Amaiur. «Si sale adelante iremos al Constitucional. Y luego a Estrasburgo», corroboran fuentes de la coalición en el Congreso.

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