lunes, 11 de junio de 2012

Bruselas cree que el rescate a la banca española envía una "señal clara" al mercado

Cumbre de Bruselas

El comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, aseguró este domingo que la ayuda europea que recibirá España para sanear su sector financiero, un préstamo de hasta 100.000 millones de euros, envía una "señal clara a los mercados y al público de que la zona del euro está decidida a emprender acciones decisivas para calmar las turbulencias del mercado y contener el contagio", señaló el comisario en unas declaraciones difundidas por el canal europeo de televisión Ebs.

Recalcó que la medida constituye una "acción preventiva y decisiva que muestra que Europa y España juntas están listas para emprender acciones decisivas para asegurar la estabilidad financiera de Europa y hacer progresos sostenibles hacia el crecimiento económico y la creación de empleo".
Rehn destacó la importancia de que la ayuda no impliquecondiciones nuevas enmateria fiscal o de ajustepara España, pero precisó que sí tendrá ciertas contrapartidas para el sector financiero. "Trabajamos de cerca con España y queremos apoyarla en estos retos difíciles", subrayó.
El comisario explicó que la recapitalización del sector bancario español es "muy importante para proteger la estabilidad financiera en Europa", ya que España ha sido el epicentro de las turbulencias del mercado que han afectado a la zona del euro.
"Es importante que los miembros de la zona euro hayan respondido positivamente al anuncio de España para (obtener) asistencia financiera", dijo, en referencia al apoyo unánime que dieron los socios de la moneda única, que elevaron el tope de ayuda hasta los 100.000 millones, aunque el Fondo Monetario Internacional (FMI) había enmarcado las necesidades entre 40.000 y 60.000 millones.
"Hemos querido asegurarnos de que existía cierto margen adicional de seguridad", reconoció Rehn y explicó que esta decisión se debe fundamentalmente a que pese a que el FMI ha situado las necesidades entorno a los 40.000 millones, también ha dicho que finalmente pueden ser "claramente superiores".
Además, recordó el comisario, faltan todavía los resultados de lasevaluaciones independientes en curso en España, que se conocerán previsiblemente el próximo 21 de junio.
Bruselas recuerda también que la deuda de España es más baja que en otros muchos países de la zona del euro e incide en que "España está tomando acciones decisivas par asegurar la sostenibilidad de sus finanzas públicas, incluida la reducción del gasto excesivo de las Comunidades Autónomas, que ha sido un problema importante".
Rehn confió en que con estas medidas el país logre reforzar su potencial de crecimiento y asegurar el regreso a una senda de crecimiento sostenible y creación de empleo.

La Comisión matiza la ayuda a España

En la misma línea ha hablado la Comisión Europea, que consideró un "éxito" que el Eurogrupo haya acordado una ayuda "tan contundente" para solventar los problemas del sector financiero español.
Fuentes comunitarias que pidieron no ser identificadas consideraron, por otro lado, fundamental destacar que "esto no es un rescate, porque España no está aislada de los mercados" como sí ocurría en el caso de las intervenciones a GreciaIrlanda y Portugal, que ya no podían financiarse por sí solas en condiciones razonables. "Es un riesgo que ese sea el paso siguiente, pero los análisis dicen que ocurrirá lo contrario", sostuvieron.
Asimismo confiaron en que la ayuda europea junto a las reformas económicas y las medidas para rebajar el déficit público (8,9% del Producto Interior Bruto) que está poniendo en marcha España contribuyan a la recuperación de la confianza en los mercados.

Ver más allá de la reacción de la Bolsa el lunes

Las fuentes comunitarias advirtieron además de que no debería medirse el impacto de la medida anunciada este sábado únicamente por la reacción de las bolsas este lunes, ya que se trata de un proceso más amplio.
Recalcaron asimismo que los fondos europeos se destinarán en exclusiva a solventar los problemas de determinadas entidades financieras y no al conjunto de la economía, aunque sí reconocieron que España es, en efecto, el cuarto país de la zona del euro que ha necesitado apoyo europeo. "No vamos a fingir que es un éxito, pero sí una medida para evitar un fracaso", señalaron.
Las fuentes indicaron también que Holanda lideró el grupo de socios europeos quepresionaron para que la ayuda europea llevase implícita unas condiciones estrictas para la banca, de las que en última instancia tendrá que responder el Estado.
En cuanto al calendario, las fuentes citadas aclararon que lo más inmediato es que Españaformalice la petición de ayuda europea, algo que esperan que se produzca a los largo de este mes, a medida que se conozcan los resultados de las auditorías en curso en España.
A continuación, el Eurogrupo que se celebra en Luxemburgo el próximo 21 de junio deberá dar su visto bueno a la medida y posteriormente deberán respaldarlo los líderes de la UE, que celebrarán un Consejo Europeo los días 28 y 29.

Grecia afronta unas elecciones cruciales

Por otro lado, las ayudas europeas a la banca española animaron este domingo el debate electoral en Grecia, con acusaciones cruzadas entre la derecha y la izquierda radical sobre cómo negociar con la Unión Europea para disminuir el ritmo de las políticas de ajuste.
A una semana de unas elecciones cruciales en Grecia —el domingo 17— y con el país sumido en una crisis sin precedentes, nadie se arriesga adelantar cuál será la formación más votada, si la Nueva Democracia (ND) del conservador Antonis Samarás o la Coalición de Izquierda Radical (Syriza) de Alexis Tsipras.
"Mientras un país como España está negociando con las instituciones europeas, en Grecia hay algunos que proponen salir de la Unión Europea", declaró Samarás aludiendo a Tsipras. Samarás se refería así a que lograr unas condiciones de ayuda más favorables, como parece haber conseguido España, solo se puede negociando con Bruselas y no volviéndole la espalda, tal como acusó a Tsipras de hacer.
ND se ha presentado en la campaña como la garantía de la permanencia de Grecia en la zona del euro, pero matizando que es necesario renegociar el plan de austeridad con los acreedores internacionales. Por el contrario, Syriza pretende anular las garantías que firmó el anterior Gobierno de unidad formado por conservadores socialdemócratas y ultranacionalista, aunque ha defendido que Grecia siga en el euro, tal como quieren el 80% de los helenos.
Según datos oficiales, la economía griega se contraerá este año por quinto ejercicio consecutivo en un 4,75%, y desde 2008 a 2011 acumula ya una caída de su PIB del 13,8%.
Los impopulares ajustes y la austeridad impulsada por los acreedores internacionales ha causado que el paro se haya más que duplicado, hasta el actual máximo histórico del 22%. Al mismo tiempo, la prima de riesgo está por encima de los 2.700 puntos básicos, un nivel queimpide que Grecia pueda financiarse por su cuenta y la hace completamente dependiente de la UE y el FMI para no quedar en suspensión de pagos.

La oposición lusa quiere un rescate como el de España

La oposición socialista lusa exigió que se renegocie el rescate de Portugal con las mismas condiciones aplicadas en la ayuda financiera a la banca de España, y el Gobierno conservador señaló que, por ahora, esto no se justifica, aunque espera el mismo trato.

"No veo razón para pedir una renegociación de las condiciones", afirmó el primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, que puntualizó: "Estaremos atentos para ver cómo se procesa el programa específico para la banca española".
"Si hubiera alguna condición excepcional que deba ser compartida con los otros países que están bajo asistencia, no tengo duda de que se aplicará", agregó el líder conservador luso en declaraciones a los periodistas tras asistir a un acto oficial.
Pero Antonio José Seguro, secretario general del Partido Socialista (PS) luso, el principal de la oposición, manifestó que este es el momento de "exigir" un tratamiento para Portugal "exactamente" como el que ha recibido España. La ayuda otorgada a la banca española supone un "reconocimiento de la UE de que la austeridad no es el camino", afirmó el líder del PS en declaraciones a los periodistas.
Pero, además, "es necesario que la UE trate a todos los Estados miembros de igual manera; no puede haber Estados de primera y Estados de segunda", subrayó Seguro. El líder de la oposición reconoció también que hay cuestiones aun por responder sobre el origen de los fondos para la banca española y sus condiciones.
Portugal obtuvo hace un año un rescate financiero de 78.000 millones de euros que recibepor tramos, a medida que la UE verifica que cumple un estricto programa de austeridad y reformas económicas.
La oposición ha criticado los efectos de esas medidas en la economía lusa, cuyo PIB caerá este año un 3%, y en la vida de los diez millones de portugueses, que han visto aumentar los problemas sociales, la pobreza y el desempleo, situado ya en un histórico 15%.

La prensa de EE UU: "Es una lección de humildad"

Por otro lado, la prensa estadounidense destaca este domingo que España "finalmente ha cogido el toro por los cuernos" al solicitar ayuda europea para recapitalizar la banca, y lo califica de "lección de humildad".
"España finalmente ha cogido el toro por los cuernos, algo que debería haber hecho hace mucho tiempo", señala el diario financiero The Wall Street Journal (WSJ) en su edición digital del domingo.
El rotativo financiero señala que "el Gobierno de Mariano Rajoy siguió el mismo camino que su predecesor, desperdiciando valioso tiempo y credibilidad en una serie de planes de reestructuración a medio hacer que fracasaron a la hora de proveer capital fresco al sistema".
Por su parte, The Washington Post subraya que la "lección de humildad, para un país de 47 millones que buscó eludir la vergüenza de un rescate durante meses, se produjo al enfrentar Madrid la creciente presión internacional para ceder y solicitar liquidez".
The New York Times también lleva en primera página la petición de ayuda por parte de España a Europa y remarca el largo proceso previo de negociación. "La decisión fue la culminación de semanas de un polémico tira y afloja entre España y sus futuros acreedores en el que era difícil decir cuánto de la resistencia de España a la ayuda financiera era maniobra táctica para un mejor acuerdo y cuánto de rechazo a reconocer la profundidad de los problemas del sector bancario", afirma el diario neoyorquino.

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